Gn 18-17- "..Falta que creas tú, he venido a buscarte.."- Serie Génesis No. 34
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
¿Cómo está tu fe hoy?
Es verdad, todos sabemos que estamos acá por el Señor, pero ¿cómo está nuestra fe?
Sí, somos cristianos, tal vez podemos decirlo sin problemas a nuestros vecinos y al mundo: “que somos cristianos”, pero nuevamente ¿Cómo está tu fe?
Durante un terremoto, ocurrido hace unos pocos años, los habitantes de la pequeña ciudad, presos del pánico, corrían de una a otra parte, cuando se apercibieron de una anciana, a quien todos conocían, en cuya actitud no podía verse sino solamente paz y tranquilidad, la cual, desde la puerta de su vivienda parecía sonreír a los espantados. Alguien le preguntó: “Abuela, ¿No tiene usted miedo?”
A lo que la anciana, una cristiana fiel, contestó: “No, no tengo miedo. Si Dios me está cuidando ¿de qué tendré miedo? Más al contrario, - prosiguió la abuela - cuando estaba debilitándome en la fe, Dios me está mostrando que es tan poderoso como para sacudir el mundo cuando Él así lo quiere. Entonces ¿De qué voy a tener miedo? - 500 Ilustraciones - Dic. de Anécdotas.
A veces nosotros somos cristianos que corremos de un lado para otro con total pánico, cuando Dios nos da evidencias tan grandes de Quién es Él. Por eso preguntamos ¿Cómo está tu fe?
No basta decir que eres cristiano, mientras tu fe no sea probada, o mientras no ganes las batallas de la fe. Y por cierto, ¿verdad que tenemos muchas batallas y a veces todos los días?
Las promesas de Dios son extraordinarias, pero nos corresponde a nosotros tener fe en ellas. El título de nuestro mensaje de hoy es: “Falta que creas tú, he venido a buscarte” y está basado en Génesis 18:1-15. y el propósito de esta mañana es que podamos entregarnos completamente a la fe en nuestro Dios de Gracia.
En nuestro estudio de hoy la fe de Sara, esposa de Abraham será probada y hay mucho que podemos aprender de la Escritura acerca de la fe, porque continuamente la nuestra también es probada.
EXÉGESIS Gn 18:1-15
EXÉGESIS Gn 18:1-15
Mientras abrimos nuestras Biblias en Génesis 18, vayamos recordando un poco. Dios ha dado una promesa a Abraham de que va a tener un hijo. ¡Aunque le ha costado mucho creer! finalmente lo ha hecho y está esperando la llegada de su hijo. Tal vez no entiende como sucederá todo eso pero tiene fe en Dios.
Nosotros a veces también tenemos esa dicha, no sabemos cómo los planes de Dios pueden hacerse realidad cuando las cosas están demasiado complejas, pero que linda dicha que nuestra fe sea ejercitada y que a pesar de todo sepamos que Él va a cumplirlo. Que extraordinario nuestro Dios, siempre es FIEL.
Pero aunque DIOS sí va a hacerlo y dar un hijo a Abraham, la historia que estudiaremos hoy parece no concentrase tanto en Abraham sino en otra persona. En este capítulo podríamos hablar de muchas cosas como la hospitalidad, el servicio a los demás, pero en realidad Dios hará una visita que se centrará en Sara.
Recuerda que la promesa de Dios no se trata tan solo de dar un hijo a Abraham y a Sara, sino que Dios tiene planes por esa descendencia y es la de Salvar al mundo a través de Cristo.
Los propósitos de Dios de guardar el linaje escogido de Jesucristo siempre han considerado al varón y a la mujer. Para que venga el Salvador se requiere de ambos. De una familia y luego otra familia y luego otra familia, y los ojos de Dios esta vez están puestos en Sara. Abraham ya cree a la promesa pero es necesario que Sara también lo haga. Esta es una promesa familiar y efectivamente se trata de un hijo para Abraham y Sara, pero va más allá, es la promesa que por ese hijo el SALVADOR DEL MUNDO. Entonces es importante que Sara pueda entender esto también.
Dios tiene propósitos y va en busca de los suyos. Gn 18:1-8
Dios tiene propósitos y va en busca de los suyos. Gn 18:1-8
1 Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.
Abraham está sentado en la hora más caliente del día que es como un poco después pasado el medio día. Las tiendas en este tiempo son de piel de cabra. Esto porque en la noche la piel de cabra permite que la tienda donde habitan pueda ser un resguardo contra el frío, pero al mismo tiempo genera un problema a medio día, ya que estar en un lugar tan caliente es sumamente agotador. Por eso las tiendas en ese tiempo tienen algunas persianas, de tal manera que pueden elevar las persianas y algunas partes de la tienda podrán abrirse para refrigerar un poco. También al elevar las persianas de la tienda podrán crear espacios de sombra. Parece que esto es lo que está haciendo Abraham, está sentado a la puerta en este horario bastante caluroso.
Lo que nos llama la atención más que eso es que Abraham va a tener un encuentro extraordinario, y es extraordinario porque su visitante LO ES. Dios mismo va a ir al encuentro con Abraham, pero por lo que vamos a estudiar, el objetivo no solo es Abraham, sino especialmente es Sara.
¡Que grandiosa la dicha de esa familia, está siendo visitada por Dios! A esto se llama TEOFANÍA. Una manifestación visible de Dios.
¿A cuántos de nosotros nos gustaría tener esta experiencia de ser visitados por Dios? Seguro que a muchos o a todos, ¿verdad? Pero lo cierto es que nuestra dicha es más grande que la de Abraham. Después de la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, ahora no solamente somos visitados por Dios, sino que ÉL HABITA EN NOSOTROS. El Espíritu Santo de Dios habita en nosotros. Pero creo que no lo recibimos de la misma forma que Abraham va a recibirlo.
2 Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra,
Imaginar esto es algo tan bonito. Abraham alza sus ojos y mira a tres varones y no duda en salir corriendo a pesar del extremo calor. Esto es una clara expresión de hospitalidad. En este tiempo, donde los viajeros acostumbran a salir a veces tan solo a pie y otras en animales, la hospitalidad se manifiesta cuando recibes a uno de ellos y lo atiendes con mucha estima.
La Escritura dice “..y se postró en tierra..” - No es sencillo entender esto, pero no parece estar hablando de adoración, sino del ruego que hace un hombre por su honor y hospitalidad. Abraham es un hombre honorable y desea grandemente recibir a estas personas que pasan cerca de su tienda.
No queremos detenernos en esto, la hospitalidad no es el tema principal hoy, aunque sí debemos reconocer que es una marca que debería caracterizar a personas que son temerosas de Dios como lo es Abraham.
3 y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.
Parece que de estos 3 varones uno de ellos se diferencia claramente de los otros dos. Uno es Jehová, Dios Soberano y los otros dos varones son ángeles. Esto porque en capítulo 19 se remarca que estos dos ángeles llegan a la ciudad de Sodoma y Gomorra. Pero se diferencian bastante porque Abraham se dirige de forma especial a uno de ellos, diciendo “Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo”. Lo que está diciendo Abraham es que está en absoluto servicio de los viajeros y que desea atenderlos bien. ¡Está practicando la hospitalidad!. Y aunque Abraham cree que gracias a su invitación estos hombres podrán acercarse a su tienda, en realidad es DIOS MISMO que ha venido por Él y de forma especial por Sara.
Continúa Abraham rogando a estos tres hombres y sobre todo a uno de ellos y les dice cuál es la manera en que va a recibirlos:
4 Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol,5 y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.
“..un poco de agua..” - Esto es necesario porque son viajeros de a pie y están pasando por un lugar bastante seco. La hospitalidad de Abraham se manifiesta con darles de beber, pero también con agua para “lavarse los pies”. Esto ya no es común en nuestra época, pero los calzados de cuero o sandalias que ellos llevan hacen que sus pies estén expuestos a la tierra del lugar y se acumula bastante polvo en los pies.
Abraham sigue con las buenas propuestas: “..y recostaos debajo de un árbol, y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis..” Abraham es muy diligente, pero no sabe aún que esta es una visita distinta a las que Él podría recibir. No solamente hay un Señor y dos ángeles, sino que está haciendo una invitación y mostrando su hospitalidad al SOBERANO DEL UNIVERSO. Abraham no está consciente de esto porque dice “..y después pasaréis..”, no dándose cuenta de los propósitos de las personas que están ahí y que en realidad aunque sí van a pasar, la visita tiene un propósito especial en esa casa o pequeña tienda.
El Señor responde “Haz así como lo has dicho” - El Soberano Rey del Universo en esta visita tan especial le dice a Abraham que acepta su hospitalidad. ¡Qué escena tan fantástica la que estamos viendo!
¿Te gustaría vivirlo también? Si quieres hablar con el REY SOBERANO DEL UNIVERSO, QUE MANIFIESTA SU AMOR por una criatura desobediente y le da TODA SU GRACIA a alguien como nosotros, entonces, no lo sueñes más, no esperes en la puerta de tu casa, sino que ve a tu cuarto, cierra la puerta, arrodíllate y ora. Entonces podrás estar de forma exclusiva con el SOBERANO DEL UNIVERSO, y Aquel que estuvo lado a lado con Abraham estará en el trono de la gracia para escucharte a ti. ¿Te gustaría vivirlo? Ya sabes cómo.
Abraham entrega todo de sí a estos huéspedes especiales y aún no sabe realmente Quiénes son.
6 Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo.
Ahora la Escritura se enfoca en Sara. Lo normal en esta época es que la esposa esté preparando los alimentos para servir a las visitas y el esposo esté de sirviente. Hay mucha más gente en la tienda o tiendas de Abraham pero es la máxima expresión de hospitalidad que el señor de la casa pueda atender de forma personal a las visitas.
La intención de Abraham es invitar a los viajeros lo mejor que tienen, pide a Sara que pueda preparar pan para ellos. “Rescoldo” se podría asociar a su pequeño horno de barro.
Pero hay más que pan en la mente de Abraham. Está muy entusiasmado. No sé cuándo fue la última vez que hemos tratado a alguien así como lo hará Abraham:
7 Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y éste se dio prisa a prepararlo.
Aunque tenemos un relato que a veces leyendo nos parece que pasa poco tiempo desde que Abraham invita a los viajeros y les sirve el alimento, es más bien un par de horas en que todo este proceso de preparar los alimentos se lleva adelante. Ya no es solamente pan, sino que quiere darles lo mejor del alimento y quiere darles carne.
8 Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron.
Abraham ha preparado alimento para los visitantes de paso, ha dado lo mejor de sí, pone delante de ellos la comida y de esa manera expresa su bienvenida; sin embargo, aunque para Dios es grato estar con Abraham no se han cumplido aún los propósitos de su visita.
El fracaso de la fe se da cuando te miras a ti antes que a Dios.
El fracaso de la fe se da cuando te miras a ti antes que a Dios.
9 Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda.
¡Vaya pregunta! ¿De cómo el viajero sabe el nombre de la esposa de Abraham? Abraham debe estar pensando que esto es muy raro. Muchas preguntas pueden estar en la mente de Abraham ¿Quiénes son estos que están acá? No recuerdo haberlos visto antes y de pronto saben el nombre de mi esposa.
Pero esto es más profundo. El Señor no llama a la esposa de Abraham por Sarai su nombre original, sino que la llama por SARA, el nombre que Dios le había puesto de forma especial. Ahora Abraham debe estar totalmente confundido, ¿cómo puede saber el viajero, el nombre nuevo de mi esposa? ¿Quién es este Señor que está delante mío?
“..Y él respondió: Aquí en la tienda..” - Abraham responde, tal vez son las palabras más simples, pero no debe estar entendiendo lo que está pasando realmente.
10 Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.
Ahora Abraham se da cuenta que Quién estaba delante de él no era un simple hombre, sino era el mismo Señor. Está diciéndole que Sara va a tener un hijo. Esta es la promesa que Abraham había escuchado anteriormente de una voz que hablaba con Él y que se había presentado como el Dios Todopoderoso. Ahora esa voz ya no la escucha del cielo, sino que está delante de Él. Esto es Teofanía: Es la manifestación del Dios invisible en la carne para presentarse con un propósito especial al hombre.
“..y según el tiempo de la vida..Sara tu mujer tendrá un hijo” - Esto es una referencia al tiempo de gestación, pero ahora el propósito de Dios ya es claro. No se trataba si tan solo Abraham tenía fe y creía, sino que se requería que su compañera de vida también lo haga. Dios estaba iniciando una promesa y un pueblo y ambos eran importantes para ello. Abraham ya creía, y aunque le había costado, ciertamente ya lo hacía, pero faltaba Sara.
¡Que complicado es creer por una tercera persona! Aún ames tanto a una persona no puedes creer por él o ella. Sí puedes orar y hablarle de Cristo, pero cada uno es responsable de su fe. Esto es doloroso porque las personas que más amamos a veces son las personas que más se rebelan al Señor. No estoy hablando de Sara ahora, sino de nosotros y de las personas que amamos y que no tienen al Señor.
En los propósitos de Dios de preparar el linaje de Cristo no solo estaba Abraham y su fe, se requería de Sara y su fe. Este es el propósito de la visita de Dios.
“..y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.” - Sara no está distraída, sino que estaba atenta a la conversación. Tal vez le haya llamado la atención de por qué Abraham trataba tan bien a los visitantes y haya querido escuchar la conversación, o es posible que haya escuchado su nombre y le haya llamado la atención saber qué estaban diciendo de ella, pero lo cierto es que Sara acaba de escuchar que tendrá un hijo.
Recordemos que Sara tiene 90 años y está escuchando una noticia realmente sorprendente. Ahora debemos entender algo. Esta noticia no es sencilla para Sara. Ella ha vivido con este dolor de no poder ser madre por muchos años. Fue objeto de burla por Agar al no poder ser madre. Vivió a la sombra de ella y del hijo de Abraham en aquella mujer a causa de su esterilidad. No es algo simple para Sara saber que será madre, es el máximo anhelo para su vida y debe ser una noticia impactante para ella y es ya anciana. Pero toda Palabra de Dios siempre genera una reacción. O es la reacción de fe o es la reacción de incredulidad.
11 Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres.
Abraham tiene 100 años y Sara 90 años. La Escritura dice que ya eran viejos. Seguramente a esa edad estaban en mejores condiciones que 100 años y 90 años actualmente. La alimentación, la degradación continua del pecado y la naturaleza caída por supuesto que es algo que se degrada cada vez más. Sin embargo, no deja de ser cierto que ya eran ancianos, eran como dice la Biblia “viejos”. No es una palabra despectiva, sino es una palabra que está describiendo la condición avanzada de edad de Abraham y Sara.
Pero hay más problemas, no solamente son ancianos, sino que Sara ya físicamente no puede concebir, ahora sí que esto es imposible para ella, esto es lo que dirían todos los doctores y médicos si preguntamos sí una mujer podría concebir sin la costumbre de las mujeres. Esto es la menstruación. Se acaba de generar una batalla de la fe sumamente grande en Sara. La realidad de sus ojos y su cuerpo contra la promesa de Dios.
Esta escena se parece mucho a las que vivimos en bastantes ocasiones. De pronto somos cristianos y vivimos día a día al lado de lo que al mundo le parece racional. No es racional que Dios haya creado el mundo en 6 días. No es racional que Jesús haya caminado sobre el agua. No es racional que Cristo haya resucitado y mucho menos que considere a Dios Santo y evite el pecado. Cada día libramos batallas de la fe y con seguridad que muchas veces estamos a punto de cruzar una línea. ¿Cuál será nuestra respuesta a la Palabra de Dios? ¿Será de fe o de incredulidad?
12 Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?
La risa de Sara no es una risa inocente, es una risa de incredulidad. Está convencida que no puede concebir, físicamente ya no tiene capacidad para ello y es de muy avanzada edad.
“¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?” - El sentido parece expresar el placer sexual, como algo que ya no era común en el matrimonio a causa de la edad.
La incredulidad es un veneno mortal, no es solamente “no creer”, sino que es “no creer a Dios”. La incredulidad hoy en día sigue siendo un veneno mortal. Pero Sara ha olvidado algo que muchas veces nosotros también olvidamos. Dios sí puede ver su corazón.
13 Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
Dios conoce todos los corazones. Dios sabe cuánto quieres realmente conocerle a Él. Sabe si estás acá por cumplir o por costumbre, así como sabe si tienes una verdadera comunión con ÉL. ¿Tienes en una mano la Biblia y en otra el facebook? ¿Y a cuál estás prestando más atención? Nada puede escaparse de los ojos de Dios. Él puede verlo todo. Así como ve el corazón de Sara y es un corazón de incredulidad.
Tal vez Abraham se voltearía y miraría la tienda y estaría pensando, pero yo mismo no puedo ver a Sara ¿Cómo es que estas personas dicen que Sara se ha reído?
Pero en realidad Dios no sabe solamente que ella se ha reído, sino sabe de la incredulidad de ella.
Y Jehová prosigue:
14 ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.
Qué difícil tener un hijo siendo ya ancianos y físicamente sin poder hacerlo. Sara es estéril, es anciana y tener un hijo no parece algo real. Pero no hay nada difícil para Dios.
Dios hace la última promesa a Abraham, que al tiempo suyo volvería a visitarlos y que Sara ciertamente tendría un hijo.
Este hijo es especial, no solamente será una alegría para Sara y Abraham, sino que a través de Él viene el cumplimiento de Génesis 3:15, y viene entonces Cristo un día para acabar con el imperio del mal y de Satanás. La promesa es más grande de lo que Abraham y Sara pueden imaginar.
15 Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído.
Inmediatamente Sara se ve acorralada, pero parece que no avergonzada. Niega haberse reído.
A veces es más fácil llamar a Dios mentiroso que aceptar lo que hemos hecho. Pero Dios sí sabe que ha sucedido y le recalca su problema de incredulidad. La falta de fe nunca es pasada por alto por Dios.
Los versículos de esta porción han terminado, y si nos quedáramos tan solo acá, tendríamos la imagen de una mujer derrotada. Tal vez así hemos estado muchos de nosotros, hombres y mujeres derrotados por la falta de fe.
La verdadera fe no se basa en tus cualidades sino en Quién es ÉL.
La verdadera fe no se basa en tus cualidades sino en Quién es ÉL.
La visita de Dios sí que fue efectiva. No sabemos qué sucedió en la mente de Sara desde aquel día. ¡Cuánto habrá estado esa promesa de que ella iba a tener un hijo, el hijo que tanto había ansiado desde su juventud. En ese tiempo se casaban a temprana edad y concebían, pero Sara 90 años y no había logrado su máximo anhelo de ser madre.
Esta mujer había sido la burla para muchas personas por su esterilidad, pero para Dios, esta mujer valía muchísimo. Ella era la escogida de Jehová, iba a ser la madre de un niño. No importaba la edad, la condición física, Dios no la había abandonado con un tema tan sensible para Sara. Aunque hay incredulidad grande en su vida, Dios tuvo propósitos para visitar la casa o tienda de Abraham aquel día y fue a buscar a Sara en especial.
Queridas hermanas que están en esta congregación, si hay alguien que no va a olvidar nunca el dolor que hay en el corazón es Dios. Él si sabe y entiende lo que muchas veces vivimos, lo mismo sucede con los varones en otros temas. Pero Dios, SÍ demanda fe, eso es innegociable para ÉL. Sin fe es imposible agradar a Dios. Sara fue escogida para ser madre y la madre del pueblo que Dios estaba iniciando en Abraham y de donde vendría Cristo, ¡Que promesa y privilegio más grande para Sara!
Sara en este momento es una mujer derrotada por la falta de fe. Pero quiero mostrarte un versículo que nos va a decir cómo terminó Sara y parece que esta visita la impactó demasiado.
11 Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido.
Esa visita no fue en vano, despertó algo en Sara, despertó la fe. El encuentro con Dios, Quién veía su corazón y la entendía, pero también la llamaba a la fe. Él despertó su vida y estamos hablando de Sara a sus 90 años. Esta mujer recién iba a empezar a disfrutar de lo más precioso. Tendrá un hijo y lo disfrutará por 37 años y luego partirá.
Pero este versículo dice “Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad..” - Se habla de la fe de Sara. Esta mujer finalmente fue una mujer de fe.
Este es el maravilloso Dios a Quién servimos. De pronto cambia lo peor de nosotros en lo mejor que podemos tener.
No somos dignos de Él, y aún así nos ama. Lo despreciamos muchas veces y siempre tiene los brazos extendidos. Le negamos, nos cuesta hablar de Él, cumplir su propósito, hablar de la salvación y aún así ¿a quién de nosotros le ha faltado alimento estos días? Este Señor a Quien servimos es indescriptible. Su amor no tiene límites. Sara es la evidencia de un corazón transformado. La que no era mujer de fe en Génesis ahora se presenta en Hebreos como una mujer de fe. Y continua el versículo:
“..porque creyó que era fiel quien lo había prometido.” - Ahora Sara ya sabe que no eran simplemente viajeros, sino que en medio de los dos ángeles estaba el GLORIOSO CREADOR DEL UNIVERSO, y Sara finalmente “creyó” y no “creyó en sí misma”, ella sabía que era anciana y estéril, sino que creyó en ÉL, eso es lo que significa: “..en quien lo había prometido”.
La fe no se basa en tus cualidades o en tu capacidad, sino solamente en Quién es ÉL.
Las siguientes son palabras de Sara después del nacimiento de Isaac su hijo.
6 Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo. 7 Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez.
Esta ya no es una risa de incredulidad, sino es la risa de la dicha más extraordinaria. Sara tendrá a su hijo y podrá disfrutar de él. Y nosotros también disfrutamos de Él, porque Dios es tan grande que cumple sus promesas, porque no hay nada difícil para Él y sobre todo porque Isaac es escogido para guardar la promesa del Salvador. Dios tiene planes perfectos y también puede transformar nuestra incredulidad en fe.
MEDITEMOS EN LA PALABRA
MEDITEMOS EN LA PALABRA
¿Recuerdas la pregunta del inicio? ¿Cómo está tu fe hoy?’
6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Necesitamos ser cristianos de fe. Parecería una contradicción no serlo, pero ciertamente necesitamos fe. Necesitamos que nuestra fe se manifieste en nuestras obras, en nuestro comportamiento y decisiones. No una fe humanista que se centra en los ojos del hombre, en sus capacidades y en lo que considera que es bueno y malo, sino una fe que depende de QUIÉN ES ÉL, y en lo que Él considera bueno y malo.
El mundo nos está llamando a que seamos uno con ellos. Necesitamos fe, que sea real nuestra fe, para saber que el pecado no agrada a Dios, para saber que Cristo ofrece su vida en la cruz para limpiarnos del pecado y de toda maldad. Necesitamos fe para saber que hay condenación pero también que hay libertad y vida eterna en Cristo. Necesitamos fe para que este mensaje de Cristo sea tan importante en nuestra vida que nos desesperemos por compartir el evangelio con otras personas y hacer discípulos para la Gloria de Dios.
¿Cómo está tu fe?
El Señor fue en busca de Sara, le dijo en otras palabras: “Falta que creas tú, he venido a buscarte” y Sara fue fortalecida. Pasó del fracaso de la fe, de mirarse a sí misma y sus capacidades, a la victoria de la fe verdadera, de mirar a Dios y creer en Quién es ÉL.
Nosotros hemos recibido más que una visita. El Señor no solo vino a buscarnos, sino que se entregó en la cruz para sacrificio y lo hizo por amor.
Entonces, no hay más que decir hoy, tan solo creer en Él. Para aquellas personas que quieran tener ese encuentro con el Señor, entonces las puertas de los cielos están abiertas a su oración. Ora al Señor y pídele que también aumente tu fe, y que tu fe se manifieste en obras, y seas verdaderamente alguien que agrada a Dios con su fe. Sara fue incrédula pero finalmente fue una persona de fe y lo disfrutó mucho. ¿Qué hay de ti?
Vamos a hablar con el Señor.